Para ello, empecemos por el principio. Yo me saqué el título mediante un curso Administración de fincas a distancia y aunque esta idea suele asustar a muchos, puedo asegurar que se me formó adecuadamente para desarrollar en el futuro mi trabajo.
Posteriormente, salí al mercado laboral y me monté una pequeña oficina. Aquí debes tener claro que los clientes no van a venir a ti, sino que tienes que ir tú a buscarlos, es decir ir puerta por puerta de edificio hablando con los presidentes ofreciendo tus servicios y un mejor precio. Finalmente, si sabes desenvolverte delante de la gente conseguirás una buena cartera de clientes.
Pero, entonces comenzará la peor parte, acudir a las juntas de vecinos. Allí amigo mío, vas a ver de todo, en algunas los vecinos se odian, gritan, insultan y tú deberás mantener el tipo (ni te ocurra meterte) y conseguir que aprueben o rechacen los puntos por los que tú has ido (eso es lo que debe preocuparte). Sin embargo, es cierto que encontrarás comunidades muy educadas y que tendrán siempre contigo un detalle en navidad e incluso puede que hagas amistad con el presidente.
Después de las juntas, tendrás que volver a la oficina arreglar el papeleo lo que te costará unas horas. Sin embargo, puedo decir que es un trabajo bien remunerado.
No se sí con mis argumentos, te he animado o te he asustado. Pero es preciso que sepas los pros y los contras antes de anticiparte a toma r una decisión. Si optas por el SÍ, desde aquí te digo: “Bienvenido” .
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